miércoles, 19 de junio de 2013

Películas. Good bye, Lenin.

“Good bye, Lenin!”


http://www.youtube.com/watch?v=Ada4BK94ENk

¡Adiós, Lenin!
Alemania, 2003.
Director: Wolfgang Becker
Argumento:
Es una cinta que contiene una severa crítica, tanto al socialismo real como al capitalismo, pero que nos permite comprender cómo los sistemas económicos invaden las vidas de unos y segregan las de otros. Centrándose en de los sucesos ocurridos después de 1989 en Alemania. Es un debate entre las ideas socialistas y el mundo capitalista; un encuentro de dos tipos de ideologías sumamente divergentes.
El mundo de esa familia se colapsó, las personalidades cambiaron, los imaginarios colectivos se diversificaron, el mundo simplemente ya no era el mismo y queda ejemplificado en tal país. La película abre una puerta para la toma de decisiones, para la comprensión de la existencia del otro, para la reflexión sobre los nuevos estilos de vida y la contraposición de un mundo que no era completamente libre.
Análisis:
La película plantea críticas tanto al socialismo real que tuvo Alemania, lleno de burocracia y militarismo; como al capitalismo repleto de símbolos vacíos y exaltaciones de lo meramente material, es singularmente significativo los tres símbolos vistos: pornografía, Coca cola y Burguer King. Si la intentamos observar desde el punto de vista del modelo genético de Moscovici la plantearía en varios momentos: tensión y disidencia, cambio y normalización.
El primero se da al inicio de la película, el modelo socialista estaba rebasado en la República Federal Alemán, la prohibición, la falta de libertad individual ocasionó tensión que se transformó en presión interna que ejercían los subgrupos e individuos en busca del cambio, a pesar de verse perseguidos y golpeados, recordemos que Moscovici dice que no es sencillo ser disidente. Pero “los individuos desviantes resisten a la influencia y tienden a mostrarse impermeables a las órdenes que llegan de arriba” (Moscovici; p 71), al cambiarse al líder, el nuevo opta por aceptar la presión interior y finalmente cambiar.
El segundo momento es casi toda la película, en donde se muestra la apertura y llega del capitalismo, especialmente con  sus dos máximos exponentes: McDonald y Coca-Cola. Con este nuevo modelo económico encontramos a universitarios convertidos en camareros de hamburgueserías, surgiendo el paro y la precariedad económica. La gente de Berlín Oriental se enfrenta a las desigualdades y al mismo tiempo se ven influidos para conformarse y normalizarse ante esta nueva realidad, aunque como dice Moscovicique hay que distinguir “entre el consentimiento externo o comportamental y el consentimiento interno, que implica la aceptación de los valores y las creencias” (Moscovici; p 201), porque si bien es cierto que muchos estaban satisfechos otros en cambio no.
Como un pequeño comentario, he de confesar que me quedó un mal sabor de boca, si bien es cierto que el socialismo real era ineficiente el ingreso al capitalismo y su influencia sobre la Europa Oriental, de la cual el Berlín de la película ejemplifica, no me parece una influencia para mejorar la calidad de vida del humano.

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